CAMPITO y VIDA
Mario H Romano, Doctor en Psicología -¡Vamos a jugar al campito! ¿Venís? Nos falta uno para formar el equipo….dale…..danos una mano…. - Esperen que le digo a mi Vieja Iba sin ganas porque con la pelota era un queso, pero me gustaba que me tuvieran en cuenta. -Vos quédate atrás y cuando puedas ¡pegá un pelotazo hacia adelante!, gritaba Marcelo que hacía de capitán. El sol del verano calentaba la tierra a las cinco de la tarde. La transpiración en aumento se pegoteaba con el polvo removido por el juego. De a poco le fui tomando el gusto a esa función de defensor improvisado. Aprendí a adelantarme y no esperar la pelota al pie, armar simples jugadas y rebotar tantos balones como podía. Algún “¡bien, bien!” me daban aliento para afirmarme en el puesto. Sentía que le era útil al equipo . Metáforas 1.En la vida primero se aprende en un campito: círculo inmediato, familia, barrio, escuela. Luego pasamos a otros espacios más amplios y diversos: la...