AUTOAYUDA, SOY YO

AUTOAYUDA ,  SOY YO

Dr Mario H Romano, Psicólogo

“No existe un camino único, cada persona requiere encontrar su propia verdad” “El día que Nietzche lloró”,  Irving D Yalom,  Emece Editores, 12º impresión, 1999.

Es habitual que se consuman libros de autoayuda con el objeto de encontrar respuestas personales reflejadas en ellos. Pero un texto calificado en la vertiente de su autor no deja de ser un medio, un recurso y no un fin en sí mismo. No olvidemos que somos únicos, singulares, irrepetibles, históricos, biográficos. No hubo,  hay o habrá otra persona igual a nosotros mismos. Descubrir respuestas personales es un proceso que requiere tiempo, tolerancia y constancia. Qué aprendemos de nuestros equívocos y aciertos?. Un punto central es descubrir nuestras negaciones y resolver el autoengaño. Difícil encrucijada inclinados a ocultar aquello que afecta nuestra estima. “Creo tener razón en lo que hemos planteado con Julio,  pero… ¿qué y porqué me molestó lo que dijo?”. Oportunidad abierta para desnudar afectos, reacciones, impulsos y conocernos mejor. Sentirse bien no es un beneficio privilegiado de algunos elegidos. Es actitud lograda por un proceso personal, siempre en revisión, deliberado, nunca concluido. Excepto factores adversos constitucionales, vacíos de amor en la infancia o situaciones traumáticas psicofísicas que nos condicionen seriamente, siempre resolvemos e inclinamos la balanza por opción u omisión en situaciones cotidianas y trascendentes. Si bien “nadie tiene el caballo atado” y hay imponderables impredecibles que debemos atravesar, ¿no influimos en el desarrollo de “nuestro destino?”. Angélica manifestó qué le angustiaba, y recuerdo su clara expresión: ”-A quién más puedo responsabilizar sino a mí misma?”. Buena señal para iniciar su proceso terapeútico. Consultar también es un recurso y no para que nos den en bandeja las respuestas que buscamos, sería infantil y regresivo. Nadie tiene nuestras respuestas. Sino para que nos ayuden a encontrarlas. Hablar, ”sacar a luz”,  comprendernos, resolver el nudo interno que nos genera malestar y obstaculiza nuestra verdad. Incomoda, molesta, duele pero después nos sentimos mejor