DUELOS, PASAJES de VIDA - Parte III (continuació
DUELOS, PASAJES de VIDA
- PARTE III (continuación)
“La vida es movimiento
continuo, no se detiene…”
Mario H Romano, Doctor
en Psicología
Ningún desprendimiento y pérdida es igual a otro, aún en la
misma persona. Algunos son dolorosos. El trabajo de duelo es imprescindible
para “superarlos”. Aprender a
desprendernos como lo habíamos señalado en el artículo anterior. Es espejo
de transformaciones en muchos aspectos de la vida. Cuando no se resuelven dejan
cicatrices. Sergio dependiente de sus
padres le cuesta vivir sin ellos. “Ejercicio”
necesario asimilar desenlaces
porque ocurre muchas veces, por no decir siempre, en tantas y diversas situaciones. Movimiento
dinámico en el proceso de vivir: encanto/desencanto, apego/desapego. Punto de
interés: “nos desprendemos de-para-ir-hacia…”. De la infancia hacia la adolescencia, de
la familia hacia el propio hogar, de un trabajo hacia otro destino, de una descompensación física hacia
un mejor cuidado en salud, etc. Pasajes
de vida entre un antes y un después, entre duelos intensos o leves. Algunos
dolorosos, inevitables a otros más acordes a nuestros intereses y deseos.
Aprender a desprendernos nos invita a renunciar al carácter posesivo con
personas, cosas, trabajos, instituciones, como sostén absoluto de nuestra
identidad. Pero a su vez nos permite valorar y vivirlos a pleno cuando están
porque en un momento pueden no estar. Y cuando eso ocurre surge ineludible un trabajo de duelo… o
quedar detenidos con la energía envasada que se consume a sí misma en la
“penumbra”, deprimidos. Separarse de para ir hacia. Secuencia
vital desde el nacimiento: salir del
útero para ir hacia el mundo. Desprender/se/nos
cuando es necesario permite
vislumbrar, iluminar, volver a
significar un nuevo deseo. No es olvidar, no es sustituir. Es dignificar lo
vivido. Procesar la pérdida es reparar
algo de nosotros mismos que estaba ligado. Al principio el dolor en aceptar
la ausencia, tolerar la falta, e incluso sentirnos heridos en nuestra
omnipotencia fallida al suponer que teníamos “el caballo atado”. Decíamos que el proceso de duelo es prototipo y modelo
de toda transformación. Liberar energía retenida en la pérdida y
orientarla hacia otras fuentes de vida. Proyectos, actividades,
vínculos, vivencias que esperan ser conocidas. Pérdida refleja tiempo pasado,
va quedando atrás. Desprenderse y elaborar la pérdida es
tiempo presente, actual trabajo de
duelo. Volver a significar un deseo, abrir
horizonte, proyectar, mirar hacia
delante es presente-futuro. “Sin futuro no hay presente” dice Luis
Hornstein, Psicoanalista. Temporalidad
de los seres vivos. Invita ser más humildes? Quizás. Y tal vez un poco más
sabias/os.
Excelente articulo! Comprender que debemos vivir lo que la vida nos pone en cada momento sin pretender sostenerlo en el tiempo sino como paso previo a algo mejor....Gracias!
ResponderBorrar♡Gracias, ♡Gracias ,♡Gracias, Mario por "iluminarnos",volviendo a la "escencia" para no quedar aferrados-el apego no deja ser ni que seamos-
ResponderBorrarGracias Mario por ayudarnos a correr velos
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