MIRO ¿ QUE VEO? - Parte II -
MIRO ¿ QUE VEO? - Parte II - Mario H Romano, Doctor en Psicología
“¿Lo ves?
¡Sí! ¡Ahora lo veo… me doy cuenta de qué se trata!”
Ver con “ojos internos”, entender, comprender, se
revela en varias situaciones de nuestra vida cotidiana. Por ejemplo la frase
común “el contrato lo vemos la semana que viene”. O “nos vemos” como
intención de encontrarnos nuevamente.
“Los ojos
mientras lloran no ven…pero después ven mejor”, frase china que se refiere al momento de congestión
emocional de incertidumbre, ansiedad, tensiones que buscan alivio. Angustiada Josefina desahoga en llanto su
malestar cuando desaprueba el examen de selección para ingresar al Servicio
Diplomático de la Nación. Luego de
expresar sus sentimientos se calma. A los pocos días puede ver, "le cae la ficha” en
que se equivocó.
El problema puede convertirse en conflicto cuando hay
dificultades para ver y aceptar las contradicciones no resueltas entre aspectos
objetivos coincidentes y subjetivos diferentes. Agustina adolescente no se siente comprendida y valorada en su casa.
Sus padres discuten mucho y se contradicen a sí mismos. Creen ocuparse bien de
su hija. Es lo que ven. Ambos
reconocen que están tensos, a veces angustiados por diferencias que no logran
conciliar. Graciela tuvo hace años un breve affaire que Julio descubrió hace
poco. El repitió algo similar para
vengarse. Agustina va a vivir unos días a casa de una tía. Los padres
adolecen de diálogo, apertura, encuentro. Encerrados en sí mismos se
desconciertan y no ven el malestar que ambos reproducen, y
generan. Si no cambian sobreviene el quiebre, el enojo obtuso, distancia, separación ciega, “grieta” acentuada.
Otro concepto de “ver”
nos induce a pensar en “ampliar la
mirada, no cegarnos” y ser
flexibles para abrirnos a nuevas alternativas. O “poner foco” y concentrarnos en lo que importa.
La expresión popular “desensillar hasta que amanezca”
convoca a la luz necesaria para
continuar el camino, es decir conveniencia de no asumir una decisión
precipitada hasta no ver con claridad.
Ocurre cuando hay circunstancias
indefinibles contaminadas por información insuficiente, desconfianza de datos,
inestabilidad personal para asumir
riesgos.
El cine nos seduce con un título sugestivo “En un Día Claro se Ve Hasta Siempre” de
Vincent Minnelli (1969), porque en un momento se puede ver con nitidez lo que estamos atravesando.
Llorar, expresar emociones contenidas, liberar afectos,
desahogarnos, permite “lubricar” nuestros "ojos internos" para ver
mejor. Tiempo necesario en percibir con
lucidez nuestro deseo, evaluar información, medir ventajas y pérdidas, estimar
alternativas.
Visión mental y afectiva. Si no veo con
claridad ¿qué voy decidiendo?
Muchas gracias Mario.
ResponderBorrarMuy cierto!!! Muchas gracias por motivar una vez más nuestra reflexión!!!
ResponderBorrarOjalá podamos ver el camino
ResponderBorrarConveniente