INFLUENCIAS
INFLUENCIAS
Mario H Romano,
Doctor en Psicología
“Yo no sé bien que es. Vos dirás: son intuiciones, verdaderas alertas...” Canción Charles García.
En la infancia y adolescencia estamos más expuestos a las
influencias que recibimos de los demás. Ahí gravita la incidencia de los
adultos en la crianza, educación,
formación y construcción de valores en esos ciclos evolutivos.
Cuando la influencia del poder es superior a la influencia de
la Ley se generan serias distorsiones en el tejido social.
La Influencia del poder
y el poder de la influencia. Los gobiernos de turno se intranquilizan cuando en una democracia el
cuarto poder, periodismo, medios de difusión, operan desde sus tendencias e intereses
ideológicos, mundanos. También empresarios porque producen contenidos y venden.
Un propósito de cualquier gobernante es ejercer influjo directo en la opinión
pública. Es obvio entonces que molesta cuando aparecen “voces” que cuestionan la gestión o desnudan
información que prefiere ocultarse.
Un supuesto básico es que
las personas son “influenciables” cuando reciben con frecuencia mensajes
seductores a las expectativas de sus deseos o al condicionamiento de sus
miedos. ¿No recibimos mensajes masivos que nos asombran, impactan y “aturden”
para luego naturalizarlos como parte inevitable
de nuestra realidad?
Terminamos incorporando lo que nos dan de comer. “Es lo que
hay” dice el refrán. Ingerimos tensiones, ansiedades y angustias que potencian las
que cada sujeto consume por sí mismo/a.
¿Cuántas noticias que recibimos a diario alcanzamos a
digerir, asimilar, metabolizar? ¿No es demasiada información para ordenar
nuestro archivo interno y entender mejor de qué se trata?
Emisiones visuales, sonoras, verbales y escritas que apelan no
solo al contenido manifiesto de la información sino también “latente”. Mensajes
escurridizos y contaminados con
ingredientes emocionales que favorecen su penetración y cuyo ritmo vertiginoso
convoca la atención permanente. Noticias de “último momento”, datos, cifras,
comentarios, que se repiten para ser consumidos en tiempos condensados de
mañana, tarde o noche.
Otro supuesto básico –Histórico en publicidad- es “repite y repite que algo quedará” en
razón del proceso de inducción por cansancio que termina por adormecer el
pensamiento crítico. “Cocodrilo que se descuida es cartera”, es decir, no filtra
lo que recibe, solo consume. Y “compra”.
De niños hemos sido influidos por las versiones de los
adultos acerca de la vida y también para la construcción de nuestra imagen, sin
“colador” madurativo para seleccionar sus contenidos. De igual modo hemos hecho
con nuestros hijos. Padres y gobiernos tienen ese denominador común. Sostienen
sus creencias, fijan objetivos, organizan programas, eligen sus reglas y operan
bajo el mismo poder seductor. Una gran
diferencia es que los destinatarios de las informaciones de gobierno son
adultos. Aunque a veces se los trate
como niños.
En un sistema familiar, grupal, institucional, muchas
situaciones que se viven son sostenidas para intereses de algunos
protagonistas, no todos. Pregunta básica
¿quiénes se benefician?. Las respuestas conducirían al foco del problema.
¿Qué hacer? Una opción es seleccionar información que consideramos útil para orientarnos en
la realidad que vivimos, asumir decisiones, nutrir conocimientos. Por
correspondencia reducir, no negar, las
que intoxican nuestro estómago afectivo y no están a nuestro alcance
resolver. Tercero corrernos de una
posición ingenua. Pensar, filtrar lo que recibimos. ¿Acaso no es
también aplicable en nuestra vida cotidiana respecto a comentarios o rumores
sin fundamento que “distraídamente” aceptamos como válidos?
Salud y libertad van
juntos. ¿Qué
entendemos por enfermedad si no la obstrucción de la dinámica vital a nivel
biológico, psicológico o social?. Concientizar
lo que está oculto, hacer luz, ver con mayor claridad permite elegir
-no repetir automáticamente- y asumir mejores decisiones. Desarticular
trabas oxidadas que conservamos del pasado y aún “influyen”.
Abrimos la puerta a
buenas influencias,
pero ¿cuáles son? En principio aquellas que nos ayudan a vivir, fomentar inquietudes, conocernos mejor. Le
ponemos una ficha.
Mientras tanto podemos preguntarnos ¿y cómo nos influimos a nosotros
mismos? (Continua)
Excelente artículo.Mucho para reflexionar.En particular cuando se tiene a cargo la formación de niños y jóvenes.Como no influenciar? Pensar,dicernir y luego elegir....gracias
ResponderBorrarGracias por este artículo!!. Espero ansiosa tus consideraciones acerca de cómo nos influimos a nosotros mismos. Un abrazo
ResponderBorrarToda una invitación para interrogarnos y reflexionar.
ResponderBorrarPara aquellos que ejercemos la docencia y no queremos ser utilizados como meros instrumentos de reproducción de influencia ideológica y política. La enseñanza del ejercicio de la capacidad crítica, arma poderosa para la formación ciudadana.
Gracias Mario por tu aporte!.
A modo de comentario al pasar, la canción "Influencia" de Charly García, es una versión del artista Norteamericano Tood Rundgren, cuyo Título como Compositor y a Autor la llamó, mirá vos, "Influenza".
ResponderBorrarQueda de más decir, que nosotros, la conocimos gracias a nuestro querido Artista argentino.
Ah! Me sumo a los comentarios anteriores...totalmente de acuerdo.
La canción "Influencia" la conocimos gracias a Charly García.
ResponderBorrarEl verdadero autor y compositor es del norteamericano Tood Rundgren quien la llamó, mirá vos, "Influenza".
Buenísimo! Me quedo con seleccionar, no negar y filtrar ! Ejercicio interesante para los adultos! El riesgo son los niños!Como spre gracias por la invitación a pensar!!
ResponderBorrarEspacio "nutricio", que esta vez me permite,desde autoindagacion poder tomar conciencia de cuan infointoxicada estoy y que hago con "eso".♡Gracias♡Gracias♡Gracias,Mario
ResponderBorrar