INFLUENCIAS – Parte III
INFLUENCIAS – Parte III
Mario H Romano, Doctor en Psicología
¿Filtramos
o no lo que recibimos?
El hecho de hacernos preguntas induce a que busquemos
respuestas. Principio de cualquier investigación exploratoria. Valido también para cuestiones importantes de
nuestra vida.
¿Protagonizamos un guión
“construido” por el deseo de otros o por nosotros mismos? Mariana inducida por los prejuiciosos de su
religión se resistió ingerir fármacos recetados por el médico. Su estado
clínico empeoró.
Situaciones que nos invitan a reflexionar, indagar
conclusiones con nuestras propias herramientas. O eludir la búsqueda y
“quedarse en el molde” como suele escucharse. ¿Qué molde? El que nos han ofrecido y adoptamos por comodidad defensiva
pero no traduce lo que realmente pensamos o sentimos. Recordemos: cada persona
necesita encontrar su propio camino. Somos
únicos, irrepetibles, biográficos, singulares.
Hay respuestas que nos lleva tiempo encontrar. Si las
buscamos. Necesitamos vencer la quietud
defensiva de flotar por comodidad en el líquido amniótico inconsciente del
útero. Que alguien se encargue de pensar por nosotros y ser pasivos receptores permanentes
de “verdades ajenas”.
Pujar y sacar a luz se inscribe como un “esfuerzo de parto”. Influimos en nosotros cuando hacemos el esfuerzo deseado de fecundar,
gestar y extraer algo propio. Quienes
indagan en su mundo interno lo saben. Una consulta profesional centra su
estrategia clínica para que cada persona
encuentre dentro de sí las respuestas que viene a buscar.
¿Necesitamos que alguien o una situación emergente
“nos empuje”? Si el deseo es tibio la decisión adormece. O miedo que
obstaculiza el fluir de cualquier iniciativa. “Verlos” de frente ayuda a
desentrañar sus contenidos.
Somos portadores/as de nuestras influencias aunque a
veces contaminadas por mandatos o mensajes que hemos recibido. Algunos, más
allá de su buena fe, conservamos como “formulas” aún ajenas al momento que vivimos.
Y hacen eco: “¿valdrá la pena?”, “guardalo
que para algo te va a servir”, “¿no es riesgoso en este momento?”, “!cuánto
tiempo te va a llevar!!!”, “yo en tu lugar ni me caliento”, “qué bien te
vendría…”, “ojo, me contaron que…”, etcétera. El riesgo es renunciar al pensamiento
crítico, no pensar, revisar, o considerar
“pro y contra”. Además, cada situación
es única, diferente a otras.
¿Respondemos
en función de deseos, miedos, prejuicios por “piloto automático” que otros nos inducen
o por criterios que vamos cultivando en nuestro camino?
Y un poco y un poco !!Hay que seguir trabajando!!! Gracias!!!
ResponderBorrarRenovar criterios y no repetir ciegamente lo que recibimos.....
BorrarCrecer duele a veces, proceso que nunca termina. Pero qué bien se siente romper ataduras y tomar decisiones propias, sentidas, disfrutadas.
ResponderBorrarGracias siempre Mario