¿CAMBIAR?

 ¿CAMBIAR?

Mario H Romano, Doctor en Psicología

 

Los cambios no son sencillos ni fáciles. Requieren de un proceso consciente sostenido en el tiempo. Movimiento con pausas, dudas. Lucidez que asoma como “trabajo personal”. Vivencias orientadas a comprender obstáculos internos por pre-juicios, temores, mandatos históricos, influencias de terceros.

El malestar, cuando no se naturaliza como anclaje perverso autodestructivo, opera como incentivo de cambio. Siempre que se desee activar el propio motor. Algunas personas anestesian con prótesis defensivas lo que no resuelven. Ingesta abusiva de alimentos, consumo de sustancias, juego compulsivo, relaciones pasajeras, ocupaciones absorbentes.

Azucena refugiada en su actividad resiste fóbica oportunidades amorosas que rechaza de antemano. Un desequilibrio laboral  transitorio desnuda su vacío, y la sume en una depresión reactiva que le cuesta superar.

El punto de partida es enfrentar el “escenario interno” que sostiene el malestar. Como una artrosis afectiva y mental, asoman núcleos duros reflejados en posiciones ciegas, rígidas, negadoras. Hace tiempo se las identificaba como rasgos caracteropáticos, es decir, actitudes cristalizadas en un estilo inflexible,  “estanco”. Casi inmodificable. “Soy así y punto!”

Crear es correrse del lugar “calesita”, generar apertura y abrir una actitud y aptitud diferente.

En una observación general emerge un perfil de personas más difíciles para un cambio. Esquivas para un proceso de  introspección. Conformistas. O alexitímicas, o sea, dificultad para expresar lo que sienten. O manipuladoras que eluden responsabilidades y adjudican a otros lo que ellas generan. O erráticas y fronterizas en su vacío interior. Aferradas a sus “fijaciones” raras veces se acercan a una consulta terapeútica.  Resisten verse a sí mismas.

Cambiar requiere flexibilidad. “Ablandar”, aflojar una actitud enquistada. Bloqueo de miedos y angustias internas que anudan vivencias dolorosas. Soltar, expresar, volcar hacia fuera mediante un interlocutor/a calificado/a para desinflamar el “edema” emocional. E iniciar el sendero de comprenderse a sí mismo/a.

Los cambios no son parches que se adquieren en el mercado. Se gestan en el interior de cada persona.

Reconocer, aceptar, comprender malestares. Des-nudar lo que permanece falsamente anudado. Desarticular miedos enquistados. Remover obstáculos residuales conscientes e inconscientes. Encontrar nuevas respuestas.

Carlos contrariado por su actividad, vive tenso, intranquilo, insatisfecho angustiado. Asumió por tradición la conducción de la pequeña empresa familiar. Sesiones de yoga, caminar, jugar futbol con sus amigos le alivian. Pero no es suficiente. En la segunda consulta quiebra su defensa y llora. Expresa el dolor conflictivo entre  “defraudar” lo que ha recibido, o dedicarse a construir su  camino.

Cambiar es posible. Siempre que se active el propio motor.

 

Comentarios

  1. El tiempo presente (pandemia) cambió muchas rutinas de la vida cotidiana pero a mediano y largo plazo nos provocará cambios profundos. El encierro revela nuestro mundo interno.
    Gracias por ayudarnos a conocernos a través de tus reflexiones.

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    Respuestas
    1. Gracias por tu aporte!!! Coincido. El mundo está cambiando a ritmo vertiginoso. Se iniciaron pautas nuevas, o renovadas, en el sistema laboral, educativo, sanitario, etc

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  2. ♡Gracias,Mario por seguir acompañando mi proceso de cambio,en el conocimiento propio."No se puede entrar dos veces al mismo rio" Eraclito

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  3. Muchas gracia Tito tu comentario me ayuda mucho y es muy bueno

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  4. Gracias por esta nota. Y por todas!!!

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