SOLEDAD CONSENTIDA
SOLEDAD CONSENTIDA
Mario H Romano, Doctor en Psicología
“¿Estás solo? ¡No!... ¡Estoy
conmigo!” Frase anónima
Soledad consentida, aceptada. Soledad con sentido. Desnuda la sintonía que tenemos (o no) con
nosotros mismos. El sentido de la soledad. De eso se trata.
No tiene que ver con vivir solo/a. ¿Igual conviviendo no
somos solos en la mismidad de nosotros mismos?
Un dicho popular nos recuerda “se nace y se muere solo”. Nadie
puede nacer o morir por nosotros. A
pesar de que nos reciben cuando “salimos a la luz”. También al dormir nos
sumergimos solos/as en la profundidad de nuestros sueños.
¿Alguien puede por nosotros sentir lo que sentimos?
A la inversa cuando alguien se entristece, llora o está animado,
contento, expresa su modo de sentir, similar
al nuestro, pero nunca idéntico. El sentimiento de cada persona solo es igual a
sí mismo.
“Tengo miedo de estar
solo/a…” Nos
conocemos un poco. No mucho. Somos
conscientes solo de una parte de nosotros mismos. Tenemos un registro
deficitario, no completo. Nuestras contradicciones, dudas, olvidos, equívocos, incertidumbres, desasosiegos, desnudan ese otro espacio que nos falta conocer. “Disparidades subjetivas” como
diría Roberto Harari, psicoanalista, orientan el camino hacia esa profundidad
esquiva que también habitamos.
O miedos que aún no hemos descifrado. ¿Fantasmas interiores amenazantes
que acechan desde aquellos misteriosos cuentos de la infancia? ¿Miedo a mí
mismo/a?
¿Es una de las resistencias principales para incursionar en
el interior de nuestras vivencias y pensamientos? ¿Y vivir cierto nivel de
soledad insoslayable que necesitamos asumir?
Otra dificultad es la
realidad actual. Estímulos vertiginosos en el mundo de
la imagen, la noticia urgente, el entretenimiento seductor, la pantalla disponible en tiempo total, consumo incesante, fluctuante,
transitorio. Adicciones que invitan
a vivencias escapatorias. Eclipsan y se
esfuman. Fragilidades de los nuevos tiempos. “Mundo líquido” inconsistente,
pasajero, transitorio, fugaz en conceptos del filósofo Zygmunt Bauman.
Muy focalizados hacia
fuera. Poco hacia dentro, nuestro interior.
¿Y estar “con alguien” resuelve la cuestión? Parece que no. Acaso
“¿no hay peor soledad que la de dos?”
Soledad con distancia interna, malestar flotante, desinterés vital.
¿Si nos animamos a estar físicamente solos y sustraernos por un momento del mundo externo? ¡Cuánto nos ayuda a descubrir nuevas vivencias! Experiencia singular, única, intransferible. Motivada por deseo o necesidad de encontrar/nos. Es
un modo de aprender a des-apegarnos, sentirnos más libres, metabolizar sensaciones, explorar respuestas. También
crear.
Momentos de soledad libremente elegidos. Oportunidad para registrar sentimientos, ideas, percepciones, influencias... y aprender a aceptarme,
comprenderme, tolerarme… integrar mi universo interno escasamente explorado... con-vivir mejor conmigo mismo/a.
(continuará)
Estoy leyendo en un momento conmigo misma. Registrando que estoy sola con mí propia compañía. Sintiendo mí respirar. Percibiendo lo que me da placer y lo que no me gusta. Es oportuno tu mensaje Mario. Gracias!
ResponderBorrarGracias por trasmitir tu vivencia!!!
BorrarDespues de la exhuberancia del verano, en el otoño la naturaleza comienza su lento repliegue. Lo que le sucede a las plantas,tambien le sucede a las personas.
ResponderBorrar"Si miramos mas de cerca, quizas veanos incluso indicios de una presencia devina"(Sara Itkin)
Muy bueno!!!Repliegue y apertura...dos movimientos de un mismo proceso...soledad e interacción vincular....
Borrar