LA FUERZA del CARIÑO
LA FUERZA del CARIÑO
Mario H. Romano, Doctor en Psicología
El amor
original prevalece en el tiempo como núcleo consistente en nuestra
personalidad. Vivencia inconsciente de habernos sentido amados. El
bebé una vez nacido se adhiere corporalmente a la madre continuando el ritmo
biológicoafectivo que posibilitó su vida. John Bowlby puntualizó la importancia
del amor cercano y continuo con su progenitora en los primeros años de
existencia.
Freud atribuye como prototipo de la angustia a la fantasía inconsciente
y original de la separación con la madre. El grito del nacimiento que permite
abrir el sistema respiratorio, es la primera expresión de angustia. Señal
arquetipo frente a situaciones amenazantes que no conocemos. Y el contacto del
bebé con su mamá cuerpo a cuerpo, lo calma.
Sabemos que el tercer incluido es el padre, progenitor o
figura masculina que le simboliza. Cuando asume protagonismo mediatiza entre la
madre y el niño/a y permite resolver
apegos prolongados en este vínculo original.
Contribuye a desarrollar confianza, tolerancia, vínculos, aptitud para
resolver obstáculos, y proyectarse en la vida.
“La Fuerza del Cariño” es un
film estadounidense de 1983 que narra las vicisitudes en la relación entre una
madre y su hija. El contenido del amor supera las contingencias dramáticas de
la historia, matizada en forma de comedia.
Cuando
existe el amor de los padres concebido como genuino interés en ofrecer lo mejor
que pueden (nadie es perfecto) por sus
hijos, genera una vacuna. Se forma con
dosis de entrega, afecto manifiesto, desinterés, códigos y valores, ejercicio
de límites, orientación para la vida. Provee al fortalecimiento de la
autoestima de base. No evita, pero crea defensas, anticuerpos, para enfrentar
contingencias vitales. Cuando no se presenta en proporción y calidad suficiente
causa vivencias de horfandad, carencia de faro (guía) y desajustes emocionales.
No es
exagerado pensar que perversiones, malos tratos, violencia, tienen su tendencia
común en el desinterés o desidia por el bienestar del Otro, con mayúscula. Incluso
delincuencia y corrupción, O lisa y llanamente el deseo de su destrucción (Thánatos).
Si no
hay amor –Eros- todo es difícil. El amor apacigua, alimenta, cura. Si está vivo.
Y es posible cuando somos capaces de trascendernos, resolver nuestro narcisismo
primario y regresivo, concentrado en el propio ombligo.
La
energía del cariño sostiene el vínculo que nutre y ayuda a vivir. Amar es desear el bien de lo amado. Y obrar en
consecuencia.
Cada uno
de nosotros como protagonistas de nuestra vida alimenta ésta fuerza, o por
frustraciones internas no resueltas, la denigra.
Bowlby, John (1907-1990), psicoanalista
inglés, especialista en psiquiatría infantil.
Freud, Sigmund: “Inhibición, síntoma
y angustia”, 1926, Obras Completas, Tomo III
♡Gracias ♡Gracias ♡Gracias Mario, por seguir sosteniendo este espacio!
ResponderBorrar"Sin amor,la vida es un desierto" Abadi
ResponderBorrarel amor todo lo puede....gracias Tito
BorrarGracias Mario por tus relatos!!!!! Hacen mucho bien. Cariños
ResponderBorrarGracias Mario por tus enseñanzás.
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