AFECTOS y SENSATEZ

 AFECTOS y SENSATEZ

Mario H Romano, Doctor en Psicología

“Si le hechas leña al fuego, nunca se va a apagar”

 

Frase que revela un hecho muy simple, pero frecuente.  Podemos  sospechar por anticipado el efecto de nuestras acciones al inflamar  una situación irritante, o apaciguarla para moderar sus efectos. Ejemplo de cómo se revela, o no, la llamada “inteligencia emocional”.

Hay conductas intelectuales que no son inteligentes, y conductas inteligentes que no son intelectuales. ¿Cuántas decisiones de escritorio procesadas por tecnócratas y funcionarios resultan inoperantes porque no sintonizan con la realidad social donde han de ser aplicadas? Por contraste, una persona por su calidad afectiva de vinculo, orienta “sabiamente” a los integrantes de su familia  a conciliar posiciones.

Podemos identificar la inteligencia,  de modo simple y conceptual, como la capacidad de resolver obstáculos.

Siguiendo el conocido esquema de  Daniel Coleman, disponemos de una inteligencia racional, y otra emocional. La prevalencia de una sobre otra depende de la personalidad de cada sujeto en particular. Y de la situación que transita.

“Esteban es impulsivo y se precipita a tomar decisiones sin evaluar alcances y riesgos. Le falta bajar un cambio y pensar un poco más comenta una consultora laboral a su colega. “Como contrapartida tiene buena relación con sus compañeros. Es optimista y estimula el trabajo en equipo”.

Hay momentos para razonar, pensar, discernir, deducir. Otros para vivenciar placer, sosiego, alegría o tristeza. Cada una es válida en sí misma. Sin embargo la inquietud central es cómo se integran y complementan. Cada “inteligencia” potencia o reduce la capacidad de la otra.  Una reflexión clara y consciente adquiere fuerza cuando es deseada y sentida. Condición indispensable para llevar a cabo lo que se busca. O por el contrario, ¿qué pasa cuando no se unen? “Lo pensó muchas veces pero le faltó combustible para lograrlo. Nunca se enamoró del proyecto”  

Además, nuestro mundo inconsciente está habitado por desencuentros entre ideas y cargas afectivas. Falsos enlaces disimulan desconexiones que nos cuestan admitir. Equívocos y actos fallidos así lo revelan. Celina, secretaria de un juzgado, comete errores de procedimiento administrativo. Es observada por su superior con enojo manifiesto. Y se expone a una sanción en su legajo. Recién recibida había ingresado por influencia de su ex pareja. En sus tareas descarga frustraciones no resueltas de su separación. 

Andrés ingresa con el auto al garaje equivocado. Se da cuenta cuando desciende a la primera bandeja para estacionar. Su equívoco le revela que la entrada es parecida a la de otro edificio, del que siempre se arrepintió haber dejado.

Las vivencias tienen un profundo sentido que no siempre salen a la luz. Inclinan su balanza como tendencias insistentes que atraviesan la razón. ¿Por qué Angélica es tan exigente con su madre y a veces la trata con desdén, cuando ésta se desvive por ofrecerle lo mejor de sí misma? Significado encapsulado y oculto que requiere ser descubierto.

Inteligir (término poco usual), comprender, entender el curso de afectos que encierran su sentido, su “razón de ser”, permiten ampliar el grado de conocimiento con nosotros mismos, y los demás.

En una biblioteca el cartel decía: “Lea no solo con la cabeza, sino también con el corazón”

Daniel Coleman, La Inteligencia Emocional, Javier Bergara Editor SA, 1996, ISBN 950-1641-5

Comentarios

  1. Gracias a Vos y a todos los lectores, que ahora son varios, que siguen y se interesan por este especial reflexivo.

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  2. intelegir....nunca lo habia escuchado. Me gusta!!!!! Gracias Tito!!!!!

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  3. ♡Gracias♡Gracias♡Gracias,Mario por "sostener este espacio".Mucho por aprender,atender y gestionar emociones,practicar responsabilidad afectiva,no cargar con problemas ajenos,no obsesionarnos con lo que no podemos cambiar......

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