MUNDO INTERNO

MUNDO INTERNO 

Mario H Romano, Doctor en Psicología


“…siempre estuvo presente que el análisis es una elaboración del mundo interno a través de una relación externa”

María Cristina Melgar

 

La persona como modelo biopsicosocial es una configuración dinámica y permanente. Sin embargo, al momento de atender una situación individual ponemos foco en el psiquismo interno.

Porque en definitiva, si bien hay un proceso dialéctico entre realidad interna y externa en cada sujeto, las actitudes que asumimos es el resultado de lo que procesamos por dentro.

Vivencia personal, única, insustituible a la que  todos tenemos acceso. Es nuestra interioridad. “¡No sabés cómo me sentí! Una hora interminable hasta que apareció el médico y nos tranquilizó. Nuestro hijo estaba fuera de peligro”, relata Eugenia. 

Universo de sueños diurnos y nocturnos, inquietudes, incertidumbres, tristezas, desganos, alegrías, placeres, agobios, ideas, percepciones, miedos, prejuicios. La cuestión es cómo procesamos lo que vivimos. Y entender/nos. 

Altibajos anímicos, desánimos, tensiones traducen algunos desentendimientos con nosotros mismos. “Me siento mal, no sé qué me pasa…” Requieren tolerancia para transitarlos y flexibilidad para buscar respuestas en tiempo y forma.  

Varios cosméticos nos ofrecen la oportunidad para “arreglarnos” por fuera. También para evadirnos con estímulos cibernéticos y comunicacionales que  atraen nuestra atención. Estimulan nuestra capacidad de aprendizaje. Amplían el conocimiento de la realidad en que vivimos. E incluso son recursos que hasta nos permiten sentirnos mejor. Aunque si los consumimos adictivamente para escapar de nosotros mismos se transforman en iatrogénicos (alteran su fin). Anestesian, pero no curan.

Solo cada persona tiene la llave para acceder a su propio universo. Sentimos y pensamos en soledad. A veces sintonizamos y somos conscientes de lo que percibimos. No siempre.

Refleja un ejercicio saludable detenernos, disponernos en “pausa”, y reflexionar. Permite familiarizarnos con nuestra “cocina interna”. Allí donde podemos procesar y elaborar el sentido de nuestras sensaciones, afectos y pensamientos.

El riesgo es patinar en autoengaños de los que somos proclives. En principio, orienta la actitud de no atribuir a los demás la responsabilidad exclusiva de lo que nos pasa. Observar lo que hacemos, y diferenciar fantasía de realidad.

Un interlocutor/a confiable ayuda. Oreja que favorece un buen desahogo. Y también escucharnos. Porque de eso se trata: aprender a escucharnos. Para entendernos mejor.

Recordar que una alternativa disponible es la consulta profesional.

Mirar nuestro interior... ¿hay otro modo de conocernos?

María Cristina Melgar, doctora en Medicina, psiquiatra y psicoanalista, “Pasión y Creatividad”, Lumen, BsAs, 1ra ed., 2008

 

Comentarios

  1. Muy bueno, hoy en dia muchos se sienten atraidos con noticias amarillentas, situaciones intrafamiliares violentas que posicionan a los televidentes en un lugar de testigos "pasivos" funcionando como un recurso que evita hacernos protagonistas de nuestra propia historia. Funciona como mecanismo de defensa para no hacernos cargo y poner afuera nuestros propios conflictos. Gcias Mario

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  2. Qué trabajo....escucharme para entenderme!!!!. Gracias Tito

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    1. Gracias por los aportes. Tendencia habitual de volcarnos hacia fuera para evitarnos por dentro ....

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