PARA un detalle inadvertido
PARA un detalle inadvertido
Mario
H Romano, Doctor en Psicología
“…
lo he dibujado una vez más para que ustedes puedan verlo bien.”
Antoine de
Saint-Éxupery
“Por
qué” nos instala en aquellos motivos conscientes e
inconscientes de nuestra conducta. Indaga en las causas. La Filosofía y el Psicoanálisis
han dado sobradas muestras de ello.
El “qué”,
“dónde”, “cómo” y
“cuándo”, también nos interrogan en la obra de nuestra vida, pero revelan
otros matices.
No menos importante es la preposición “para”.
Su sentido funcional y operativo se manifiesta por evidencia.
Varios ejemplos se suman para ilustrar. Leo para
saber o entretenerme. Me relajo para descansar
o dormir. Trabajo para sentirme útil o satisfacer necesidades,
o deseos.
Muevo
posiciones rígidas para estar (o
ser) más flexible, o encontrar alivio. Cultivo contactos para fortalecer afectos o para llevar a cabo un proyecto.
También hago
silencio para encontrar paz, o para ocultar lo que siento. Me
confundo para huir de mí o para rechazar
lo que veo.
Son varias las respuestas. Y ninguna es excluyente.
También puedo preguntarme respecto a otra persona
¿para qué lo hace…? No “por qué”: razones, fundamentos, motivos.
Si no “¿para qué?”
Respecto a mí: ¿qué
hago para sentirme bien? O a la inversa: ¿qué no hago para sentirme
mejor? Las respuestas orientarán un camino.
Los “para” me permiten
descubrir otras miradas de mí, y de los demás. Y el sentido de algunas verdades
ocultas.
El Principito, Antonie de
Saint-Exupery, Sudamericana, Bs As, 2015, p 103
Cuando explicamos para qué hacemos algo estamos dando las razones por las cuales orientamos nuestra acción. Los docentes al planificar las clases lo hacen y ordenan la tarea en el aula .Es de mucha importancia dar sinceramente las razones que tenemos para hacer algo cuando otra persona nos pregunta.Son nuestros motivos.
ResponderBorrarGracias por el aporte!
ResponderBorrar