ADULTEZ en proceso...
ADULTEZ en proceso…
Mario
H. Romano, Doctor en Psicología
“La
vida de todo hombre es un camino hacia sí mismo, la tentativa de un camino, la
huella de un sendero. Ningún hombre ha sido por completo él mismo, pero todos
aspiran a llegar a serlo, oscuramente unos, más claramente otros, cada uno como
puede”.
Hermann Hesse (1)
¿Ser adulto es más difícil que antes?
Es de buen deseo que el adulto conserve lo mejor de su niñez y adolescencia. Por ejemplo, alimentar la avidez por lo nuevo, mantener una actitud lúdica, volver a asombrarse ante un amanecer, o permitirse enamorarse a los 80. Pero a la vez tiene el desafío ineludible de intentar resolver aquellas repeticiones que le atan al pasado, y que se traducen en viejos rencores, caprichos irracionales, temores infundados, celos prejuiciosos.
Adultez y madurez emocional no son exactamente
iguales, pero confluyen en algunos comunes denominadores que podemos
identificar. Se les suma el concepto de salud mental.
Los tres se forman a través de un gradual proceso de
vida, y ninguna persona los tiene para siempre de modo absoluto.
La adultez va y viene, y convive con pulsiones ciegas “sin
cocinar”. Respuestas casi infantiles para eludir compromisos, o descargas “adolescentes”
acusatorias para justificar, victimizarse y/o responsabilizar a otros de lo
que nos afecta. Miedos anclados en vivencias emocionales regresivas, sin
desmenuzar. Pérdidas no procesadas que seguimos lamentando como si el tiempo no
hubiese pasado.
Por otra parte, hoy día la vida del adulto se encuentra
atravesada por encrucijadas económicas, políticas y sociales. Inestabilidad,
incertidumbre, replanteos y temores colectivos, configuran su escenario de
vida.
Por eso importa rescatar, más que en otros momentos
históricosociales, el legítimo sentido de su significado. Al menos vale la pena intentarlo.
No podemos eludir el hecho “fortuito” de personas que disponen de una buena base genética, alimento, vivienda, familia contenedora con una visión favorable de la vida, educación y contexto social para desarrollar capacidades, y atravesar obstáculos no superiores a la edad evolutiva.
A diferencia, a veces abismal, de quienes no han
tenido las mismas oportunidades. “En el segundo
semestre del año pasado(2022), la pobreza fue de 39,2% y la indigencia de 8,1%, según informó
el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Estos porcentajes
implican que en la Argentina hay 18.679.605 de pobres y 3.859.816 millones de
indigentes; esta cifra surge de una extrapolación de la cifra de los
conglomerados urbanos registrados por el Indec a todo el país y permite medir
con mayor precisión el fenómeno de la pobreza en las áreas no alcanzadas por las estadísticas oficiales.” (2)
La pobreza integral incluye
desarraigo, infraestructura precaria, hacinamiento, insalubridad, hambre, desnutrición,
analfabetismo, limitación cognitiva, desocupación, marginalidad y cronicidad de
vivir sometido a terceros
Dicho esto, ¿qué asimila cada sujeto de lo que ha
recibido? Las representaciones que se va formando y cómo interpreta y
metaboliza lo que ha vivido, es tan singular, único, intransferible, histórico
y biográfico de cada persona.
¿Cómo caracterizamos a un adulto relativamente
maduro y emocionalmente sano? Difícil respuesta por el riesgo de incurrir en
esquemas, en algo superlativo alejado de los humanos mortales.
Sin embargo, podemos intentar una guía de referencia (3) para reflexionar
en qué medida nos acercamos o alejamos
de pautas esperadas en este ciclo evolutivo de la vida. Sabemos por Freud que salud y enfermedad no son conceptos
“puros”, sino que ambos representan una cuestión de grados.
Autonomía
es una de las principales propiedades consideradas para un adulto. Requiere
haber evolucionado como sujeto. Alguien que piensa por sí mismo/a, con criterio independiente.
Tiene capacidad de autogestión en las responsabilidades e intereses que asume, haciéndose
cargo de lo que genera, incluido su propio sustento.
Consciente
de
sus cualidades y límites y abierta/o
a conocerse un poco más a sí mismo/a. Evita
quedar atrapado/a en el autoengaño
porque sabe lo que ello representa. Cuando ocurre, se esfuerza por encontrar la
verdad, sincerarse y volver a su eje, encontrar su camino. Si lo cree necesario
consulta, busca ayuda.
Trata de ser objetivo/a
y de apreciar las cosas tal como son. Sus opiniones las basa en evidencias, y procura vivir el “aquí y
ahora” de cada momento.
Ha logrado regular
y conciliar sus impulsos, y sus
actitudes de tolerancia le permiten esperar
sin desesperarse.
Escucha y procura comprender otros puntos de vista, no se cierra. Respeta a los demás como semejantes, no
vulnera la voluntad de otros, pero tampoco
se somete a agresiones injustas o enfermizas. Prefiere trabajar sobre
acuerdos garantizando el bienestar de las partes.
Se permite deslizamientos imaginarios para crear o
disfrutar pero sin alterar su sentido de realidad. Como metáfora, separa el
agua del aceite.
Satisface sus necesidades
y deseos sin que ellos le
confundan sobre los principios éticos que sostienen su vida, y/o perjudique
derechos de terceros.
Sostiene fluidez
y elasticidad para asimilar lo que vive y responder a las contingencias que
se le presentan. Rechaza posiciones
rígidas y extremas por terminantes y deshumanizantes. Cede posiciones para
llegar a un consenso siempre que no altere sus intereses vitales.
Cultiva
el humor como antídoto ante posiciones solemnes y
estructuradas. Expresa sus sentimientos, ríe, llora, juega, se angustia o entristece
en proporción a lo que acredita cada situación. No mucho más, tampoco menos.
Es
consciente de la transitoriedad de su existencia
pero se resiste a ser tratado/a como objeto de consumo, usado/a y descartable en
esta sociedad líquida (4), donde todo es liviano,
nada perdura, como explica Bauman.
Valores
éticos: busca darle un sentido renovado a su vida. Le
orienta el amor, es decir, trascender en otros, ocupaciones, vocaciones, arte, ciencia.
Cultiva vínculos y persigue los sueños que están a su alcance.
Vivimos en proceso... de ser un poco más
adultos…
(1)
Hesse, Hermann, (poeta, novelista, pintor; Premio Nobel de Literatura 1946), “Demian”,
Misson, Barcelona, España, 1998
(2)
INFOBAE, 26 de mayo 2023
(3)
Material inspirado en los trabajos de Jean Piaget (genetista, psicólogo,
epistemólogo, 1896-1980), Sigmund Freud (médico-neurólogo, creador del
Psicoanálisis, 1856-1939) y León Ostrov (psicoanalista, filósofo, docente
universitario, ensayista, 1909-1936)
(4)
Bauman, Zygmunt (1925-2017), sociólogo, filósofo y ensayista. “Amor Líquido”,
Fondo de Cultura Económica, Bs As, 2014
Doc de mi humilde expresión mi madre a los 10 años me sentó en la cosina de mi casa muy humilde y me dijo a la escuela no vas a faltar pero si querés algo que no te lo podemos comprar a la tarde trabaja .... A partir de Hai tuve tres trabajos primero ayudante de taller mecánico segundo llevaba agua a las tumbas y barritas las mismas del cementerio del quinto y el domingo ala tarde trabajaba con el alquiler de bisis en la bajada del puente en la Rodolfo moreno es cuestión de como vimos la diferencia de épocas mi papá el domingo a las cuete de la mañana tenía la fragua a full golpeando fierros esto es istoria como mucho respeto hoy no es higual .
ResponderBorrarSi, los tiempos han cambiado....antes era " al pan pan y al vino vino", es decir, las cosas tal como son....y trabajar y estudiar eran dos alternativas válidas...y el hogar era hogar en códigos, afectos, encuentros.....como fuere....unos más otros menos y el miércoles ndo de los adultos era diferente....
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ResponderBorrar♡Gracias,Mario.No hace mucho tiempo que "me descubri"en la tarea apasionante de "construirme como adulta".A traves de la ☆autobservacion,☆la toma de consciencia de no repetir.
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