DINÁMICA PSÍQUICA
Mario H Romano, Doctor en Psicología
Dos movimientos interactúan en nuestra mente, uno
basado en el principio del deseo, y otro en el principio de realidad.
Además nos deslizamos entre dos energías psíquicas,
una formada por contenidos repetidos, y otra por contenidos
creativos.
Respecto a los contenidos repetidos que se reflejan
en el presente, el punto es dilucidar cuáles ayudan a vivir, y cuáles no.
Disponemos de conductas automáticas incorporadas en
nuestra existencia que son irreflexivas y gran parte inconscientes, cuya fuerza
deviene por el ejercicio repetido de haberlas asumido una y otra vez. Por
ejemplo el estilo de caminar, hablar, gesticular, reaccionar, sentir, etc, incluso
ideas y creencias adquiridas que conforman nuestra visión de la vida.
Además, hay repeticiones
que son nocivas porque entorpecen el fluir natural de la existencia.
Son repeticiones
ciegas cuyo significado oculto obstaculiza y dificulta vivir mejor. Desde
nuestro interior se reflejan en miedos y angustias encapsuladas que inhiben,
paralizan, producen inseguridad y nos llevan a evitar situaciones, o hacer controles
reiterados e indefinidos, o agredir con ligereza, o vivenciar vacíos sin
motivos aparentes, etc. Son reincidentes a pesar de que molestan, duelen o empobrecen, como células
cancerígenas que invaden, fagocitan y perjudican.
Las adicciones por ejemplo son repeticiones que
provocan daño. En ellas hay una pulsión destructiva que reincide y presiona,
disfrazada de un placebo engañoso que luego acentúa aún más el malestar
interior. A veces incluso, el deseo masoquista inconsciente puede ocultarse y
reflejarse en depresiones sucesivas.
Son repeticiones oscuras que les falta luz, y
necesitan ser dilucidadas, comprendidas, entendidas. Su fuerza se sostiene en
el encierro de fantasías sin develar. Cuando se las puede descubrir logran desarticularse
desde el núcleo imaginario amenazante que las alimenta. Un buen tratamiento es recurso
eficaz para encontrarles alguna solución.
Podemos diferenciar aquellas repeticiones
benéficas o saludables que se
encuentran en los hábitos de higiene, alimentación, trabajo, estudio, refuerzo
de capacidades, y en las interacciones de convivencia social. Son costumbres
internalizadas que también son automáticas, pero nos permiten vivir mejor ,y representan una plataforma favorable para ampliar nuevos comportamientos.
Otra energía distinta es aquella que volcamos a pleno en el presente, pero libre de contenidos tóxicos pasados, rescata el deseo escondido, lo
revitaliza y lo proyecta en una perspectiva, en un devenir (inmediato o
mediato), que permite construir, concebir, inventar.
El abanico es diverso y múltiple, desde una comida
hecha con nuevos ingredientes, innovar un ambiente, diseñar y armar un jardín,
generar nuevos vínculos, restaurar un mueble, adquirir nuevos conocimientos o iniciar
una actividad diferente. Energía que pulsa por algo venidero, ya sea inmediato
o ulterior.
Implica explorar, indagar, avanzar en dirección a
ese entrañable objeto de un deseo.
Incentiva sacudir reservas que han permanecido
dormidas a la espera de ser convocadas. Promueve la renovación de tejidos
anímicos latentes. Invita a renovar miradas.
Revisar permite diferenciar qué actitudes repetidas
ayudan a vivir, y cuáles no. Como señala Viktor Frankl “…la salud requiere la dosis de tensión natural que surge cuando se
analiza lo que se ha logrado hasta el momento, y lo que se quiere conseguir en
adelante. El ser humano… necesita… un desafío por el que desplegar sus
capacidades y luchar” (1)
El presente es el único momento transformador,
y si deseamos una orientación práctica en base a lo que hemos leído, podemos:
Revisar
repeticiones
conformistas y parasitarias que dejaron de cumplir el sentido que tenían. Pueden ser horarios, un ambiente opaco, modos
de trabajar, técnicas absoletas, saberes superados, una rutina insatisfactoria o una relación vencida, etc.
Revisar
temores o prejuicios que circulan en nuestro interior y frenan, limitan u
obstaculizan nuestras decisiones.
Revisar
en igual dirección, focos de ansiedad, tensiones o malestares reincidentes que
merecen ser atendidos con el propósito de liberar energías, y sentirnos mejor.
Proponer cambios desde el
presente para dirigirnos hacia ese horizonte que deseamos o
necesitamos, sea inmediato, cercano o lejano, y sencillo, simple o complejo.
Para crear es necesario dejar de repetir.
Es una propuesta a revisar/nos .
(1)García, Héctor y Miralles, Francesc, “Ikigai”,
Edit Urano, 3ra reimpresión, Bs As, 1922.
Qué artículo esclarecedor Mario!!! Gracias!!!!!
ResponderBorrarMe alegra que sea útil para pensar....gracias!
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