TESTIMONIO
Mario H Romano, Doctor en Psicología
La realidad que todos compartimos no es absoluta y
definible con un solo enfoque. Es compleja, diversa, multicausal. De ahí la
importancia que nuestra subjetividad le imprime como testimonio personal, una impronta única, algo fuera de lo
establecido y uniforme. Cada docente tiene su estilo original para ejercer la
profesión, y el alumno su modo de aprender de acuerdo a sus intereses y
capacidades personales, y cualquier actividad refleja el perfil especial de
quien la ejerce, desde un artista, fabricante, modista o cirujano.
Testimoniar
es ser testigo de una situación vivida. Por ejemplo, en una sesión terapeútica
“hoy soñé que…”.
Pero también damos testimonio de nuestras creencias, ideologías, conocimientos, decisiones,
posturas, logros, desaciertos, torpezas. Y cómo somos, es decir, flexibles o
rígidos, transparentes o encubridores, activos o pasivos.
Hay testimonios
éticamente respetables, genuinos, expresados con claridad, naturalidad,
consistencia, que intentan revelar lo que viven. Procuran ser sinceros, es
decir sin cera, sin máscara. Y cuando hablan es “sin pelos en la lengua”. No
significa que no se equivocan. Cuando eso ocurre, procuran corregir. También
con transparencia.
Un testimonio auténtico, nuevo, revelador, transforma la realidad para
bien de muchos. Uno falso en cambio la confunde para “embarrar la cancha” y
ensuciar el partido, seguramente para beneficio de pocos.
Los testimonios
falsos, o las mentiras en diferentes versiones, tienen un significado oculto
para engañar o falsear una parte de la realidad. ¿Expresa lo que siente y/o
piensa, o lo disimula? ¿Es, o se hace?
La conducta neurótica tiene la tendencia a disimular
lo que no tolera, repudia o teme, y pocas veces va al grano. Evita, niega,
intelectualiza. “Prefiero no hablar” cuando en realidad tiene miedo de
comprometerse. “No sé si voy a ir” cuando sabe que no. Habla mucho de los demás
para evitar hablar de sí.
Un testimonio
inexorable es la evidencia. “En los hechos mueren las palabras”, desnuda la consistencia
o no entre lo que proclamamos y hacemos.
Las terapias directivas y dinámicas convocan a
explorar y discernir contenidos que habitan en nuestra intimidad, sean
conscientes en las primeras, o inconscientes en las segundas.
A diferencia de hablar por “boca de ganso”, o sea, sin
versión propia y repetir lo procesado por otros. El riesgo de los libros de
autoayuda es leerlos como saberes absolutos que piensan por nosotros mismos.
Tu testimonio es autoexplicativo,único, insustituible, versión original, sin copia.
No olvides que sos singular, histórico, biográfico, irrepetible, como tus testimonios.
Iniciar esta mañana de Viernes,leyendo en el Blog,una palabra que hace tiempo "no escuchaba" *Testimonio*.Gracias♡Mario por presentarla en su sentido mas amplio y con amorosidad.Me convocaste a mirarme hacia adentro.
ResponderBorrarGracias Mario, por hacerme regresar al valor de la palabra propia
BorrarMirar hacia dentro permite encontrar nuestra propia palabra...❗👍
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