INCERTIDUMBRES en proceso

Mario H Romano, Doctor en Psicología

 

A.

El significado de las incertidumbres responde a dos movimientos interdependientes: desprendernos de, e ir hacia.

El primero se traduce como “salir del lugar de confort”, pero es más agudo. Nos cuesta alejarnos de un espacio protector conocido, y por efecto tolerar las ambivalencias, las indefiniciones, las incógnitas de lo que está por venir.

Cuando salimos del útero materno llevamos grabado en nuestro inconsciente el primer desamparo profundo, y la primera angustia expresada en un grito.

La temperatura biológica y afectiva a flor de piel de la madre  calma al recién nacido. Es el primer ansiolítico natural, y gratuito, generado por el ser humano.

Sabemos que el auxilio inmediato ante dificultades emocionales es recibir un abrazo, un contacto físico. Y mejor si podemos hablar y expresarnos para lograr de inmediato un desahogo pulsional, y calmarnos.

 

B.

Si amar significa desear y procurar el bien del otro, es necesario primero construir una identidad diferente. Si no logramos esta distinción el otro termina siendo una prolongación, una adherencia. o nosotros de él. Es decir un vínculo indiferenciado, narcisista.

Crecer y madurar es aprender a desprendernos de lo que no elegimos, o de lo que otros eligen por nosotros, y asumir la singularidad de lo que somos, y  afirmar nuestra identidad. Es desarticular apegos regresivos e infantiles que tienen un ligamen muy fuerte, “uterino”, intenso y simbiótico con una persona, familia, institución, ocupación, ideología, posesión material.

Si por alguna circunstancia esta fuerte adherencia llega a estar amenazada por cambios o pérdidas inevitables, quedamos sumidos por un tiempo en una gran incertidumbre, suspendidos en el espacio infinito como el astronauta fuera de su nave sin saber qué hacer.

 

C.

El camino es fortalecernos en el autodescubrimiento. Solos o acompañados es conveniente encontrar en silencio el eco de nuestra voz interior.

Nuestra autoestima se basa en desear nuestro bien y cultivarlo sin engaños, valorando nuestras capacidades y reconociendo nuestros límites.

Es una praxis personal, singular e insustituible.

Es aceptar la distancia recorrida en nuestra evolución y asumirnos con autonomía, como autores de nuestra vida. De lo contrario es continuar adheridos, pegados. Y con una identidad empobrecida.

 

Cuando logramos encontrar nuestro eje, libre y soberano de adherencias regresivas, las incertidumbres tienden a ceder…

 

 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

MADRE

REMEDIO para DEPRESIONES

CAMBIO y SALUD