REFLEXIONES de blog
Mario H Romano, Doctor en Psicología
El primer artículo del presente blog fue
“¿Vivir en el Útero?”, el 20 de mayo de
2020.
La intención inicial fue acompañar a
lectores interesados de la población a estimular reflexiones acotadas sobre la
salud, y transitar del mejor modo posible la situación de cuidado preventivo
que exigía la pandemia.
Luego se extendió hasta el presente como
un aporte de discernimiento informativo y de prevención. Su permanencia es
resultado del interés que ha despertado.
Aquí se rescatan algunos conceptos vertidos entre los años 2020 y 2021.
Salud
y Cambios
Siempre hay un camino. Requiere explorarse. Se hace al andar.
Tener claridad es el punto de partida de cualquier cambio. Es difícil resolver lo que poco se conoce.
Toda dificultad que no se
resuelve, se acumula. Y puede terminar en crisis. Se
genera por pequeñas y sucesivas postergaciones
que no se remedian. Ejemplo: una instancia de pánico es producto de intensos miedos
almacenados.
Sincerarse significa “sin-cera”, es decir,
sin cobertura engañosa que disfrace.
A nivel psíquico, dramatizar es exagerar más allá de los hechos y sobre todo cuando son anticipatorios. Produce
inflamaciones. Des-dramatizar es en cambio reducir al mínimo los contenidos imaginarios que no tienen evidencias firmes que los justifiquen.
El cuerpo habla lo que la
mente calla. Una somatización deriva de malestares anímicos no digeridos ni expresados.
Se manifiesta en contractura, insomnio, malhumor, trastornos digestivos,
cefaleas, etc.
Las
situaciones tensas, pulsionales y ansiógenas disminuyen nuestra capacidad de
pensar. Primero conviene “parar la pelota”, bajar decibeles, relajarse, informarse, y no tomar decisiones precipitadas.
Quien
agitado acelera corre el riesgo de chocar, herir(se), y dañar(se). Similar a: “Si
le hechas leña al fuego, nunca se va a apagar”
Tiempo existencial
¿Valoro el momento vital de cada “ahora” en movimiento? Dinámica del tiempo que no se detiene, fluye. Riqueza única,
insustituible e intransferible que podemos administrar. Mientras lo tenemos.
¿Cuál es mi próximo horizonte? Toda perspectiva parte de
un presente.
Es la “zanahoria” que me seduce y busco por delante. ¿Bajar de
peso, proyectar un paseo, aprender algo nuevo? ¿O des-anudar miedos,
prejuicios, repeticiones ciegas, esquemas cerrados, modificar una actitud?
La depresión en cambio se detiene en el pasado, en las pérdidas,
en la nostalgia del tiempo vivido. Le afecta lo que falta y no valora lo que tiene.
Somos el resultado de lo que hacemos en el tiempo.
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