FARO EDUCAción
FARO EDUCAción
Mario H Romano, Doctor
en Psicología
Un faro ilumina la
noche de ignorancia del pensamiento mágico, arcaico, errático, limitado, pobre. Ceden con su luz. Desarticula fantasmas. Orienta hacia tierra firme.
“Difícil resolver lo
que no se conoce” reza
un viejo refrán que refleja la importancia de la educación como recurso
imprescindible para el desarrollo personal y comunitario. Siempre y cuando se
interprete que enseñar no es adoctrinar,
o solo instruir, si no generar conocimiento crítico, es decir estimular a
pensar, resolver incógnitas, descubrir aptitudes.
Se le atribuye a San Agustín la frase “el estudio es la
oración de la inteligencia”. Incorporar datos, procesar conocimientos, asimilar
contenidos permite ejercer funciones mentales, afectivas y corporales. Nutre
capacidades vigentes y potenciales que cada persona posee. Uno de sus mayores atributos es nivelar la igualdad social. Democratiza. (Observatorio UCA-Deudas Sociales en
la Argentina 2010-2020. Pobreza multidimensional)
Inés madre soltera trabaja incesante en empleos domésticos.
Incluso fines de semana. Expectante que su hija termine el Secundario y un
ciclo básico de inglés. Convencida que el estudio le dará herramientas para
desarrollarse mejor en la vida, que ella no tuvo.
Aplicable a la metáfora de Arquímedes, filósofo griego:
“denme una palanca sobre un punto de apoyo y moveré el mundo”. La educación genera fuerzas vitales en
diferentes direcciones: desarrollo neuronal, destreza mental, discernimiento,
autonomía personal, trabajo. A nivel social mejores servicios, conocimiento
calificado, crecimiento tecnológico,
amplitud cultural, dinámica productiva, económica, industrial, comercial,
geopolítica, etc
¿Por qué hace años en nuestro País no se prioriza en los tres
primeros niveles de enseñanza como fuerte política de estado?. Los motivos se ocultan detrás de discursos declamatorios. La realidad desnuda marcadas
fragilidades cuanti/cualitativas respecto
a décadas pasadas.
¿Disponemos de autonomía para aprender? Es una aptitud al alcance de todos. La persona
autodidacta desea conocer su área de
interés. Científica, artística, ornamental, alimentaria, técnica, manual, etc. Explora,
busca, indaga. No repite, razona. No se limita al programa formal que le
ofrecen, interroga. “Zanahoria” inquietante que le moviliza sostener esfuerzos,
disciplinar tiempos.
Su saber se encuentra motivado en encontrar soluciones. Llaves que abran respuestas
diferentes ante una realidad dinámica en permanente transformación.
Docente que enseña y aprende. Alumno que aprende y enseña.
Ambos desafían un proceso continuo, dialéctico, que modifica la realidad que
los incluye, y los modifica a sí mismos.
Enseñar no es solo instruir. Es cultivar el hambre de conocer,
compartir el saber adquirido, cuestionarlo, “sacarle jugo”. Iluminar, hacer
luz, despertar del sueño indefinido.
¿Nuestro faro sigue
encendido o se va apagando…?
♡Gracias Mario por este espacio que me enriquece-pensaba en la DISRUPCION-nevas miradas,nuevos enfoques a los problemas.Estableciendo alianzas entre las familias y la escuela.¿Cuantos chicos regresaran?
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